Recorrido extremo por Chernóbil
No
seas perezoso y lánzate.
Chernóbil,
también conocido como la zona de la muerte, impresiona por su
silencio.
En
este lugar, la fauna se ha adaptado al enemigo invisible, que no es
ni más ni menos que la radiación nuclear. Todo esto se debió al famoso accidente ocurrido el 26 de abril de 1986.
Pese
a todo esto, hay gente que asegura haber visto algunos animales, tales
como jabalíes por los bosques de la zona, además de que ciertos
árboles han adquirido un cierto tono amarillento en su madera y
hojas.
Aquí
podemos ver una imagen de un bosque afectado por la radiación de la
explosión:
Realmente,
el verdadero atractivo turístico de este lugar es el “morbo” de
visitar una ciudad abandonada y poblada por la naturaleza, tras años
de abandono.
No
hay ningún peligro de radiación pero, por si acaso, ¡no vengan con
pantalón corto!
Esta
catástrofe, producida por la explosión del Reactor nº4, originada por el aumento súbito de potencias, provocando una
explosión de hidrógeno en su interior, siendo esta unas 500 veces
más tóxica que la generada mediante la bomba de Hiroshima en 1945.
En
la explosión, fallecieron directamente 31 personas, pero, aunque
suene algo brusco, esto fue lo menos importante ya que lo que
realmente resultó devastador fue la radiación que afectó a miles
de personas y que a día de hoy perdura en el lugar, como bien hemos dicho en
el comienzo de este documento.
Dentro
del viaje a Chernóbil, que cada vez gana más adeptos, interesados en
visitar este pasaje, también nos encontramos rutas desde Chernóbil
a un pueblo fantasma situado en las proximidades, llamado Prípiat,
donde habitaron más de 15000 personas, aunque ahora solo es un
destino turístico para aventureros como nosotros y fotógrafos.
De
todas formas, por si queréis estar más seguros, podéis viajar en
grupo con guías y traje especial por 100 dolares o un guía para ti
solo por 500 dolares.
La
ruta que hicimos es de máximo 6 horas, durante las cuales no puedes
beber alcohol, fumar, encender hogueras y por supuesto, no puedes
tocar objetos procedentes de allí y menos aún, llevártelos.
Sólo
hay un tour a la semana con grupos de no más de 17 personas, viaje
que incluye el trayecto en microbus, un almuerzo en la cafetería de
la planta, donde trabajan cientos de personas para garantizar su
seguridad, y una visita guiada.
Se
le está permitido a los turistas entrar en las aulas abandonadas que
aún conservan los libros, cuadernos y demás materiales de los
alumnos. Además también puede observar la famosa montaña rusa que
debería haber sido inaugurada una semana más tarde a la tragedia.
Estas
rutas contienen un paso por el legendario sarcófago que se construyó
para cubrir el averiado cuarto reactor.
Muchos
científicos suelen bajar a esta zona con la intención de estudiar
la radiación.
Esperamos
que os lo hayáis pasado tan bien como nosotros
Daniel Gallego Gómez, David Recio Villén y Pablo de los Ríos Gestoso.
2ºA
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