martes, 2 de abril de 2013


     

  CAMINO DE SANTIAGO




Distintas Etapas:
El Camino de Santiago consta de diversas rutas: Camino Francés, Camino Aragonés, Camino Primitivo, Camino vasco, Camino del Norte, Vía de la Plata, Camino Sanabrés, Camino Portugués, Camino Catalán por San Juan de la Peña, Epílogo a Fisterra y Muxía


Vamos a ver algunos de esos caminos.

EL CAMINO FRANCÉS:
El Camino que une Saint Jean de Pied de Port (Donibane Garazi) con Santiago de Compostela es el eje más importante y popular de las peregrinaciones jacobeas.
Desde el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago en Compostela, en el siglo IX, el Camino de Santiago se convirtió en la más importante ruta de peregrinación de la Europa medieval. El paso de los innumerables peregrinos que, movidos por su fe, se dirigían a Compostela desde todos los países europeos, sirvió como punto de partida de todo un desarrollo artístico, social y económico que dejó sus huellas a lo largo de todo el Camino de Santiago. En 1993, Año Jacobeo, se produce el resurgimiento peregrinal. La mezcla de reto deportivo con religiosidad, con búsqueda de lo auténtico y de uno mismo, todo ello escoltado por estilos románicos y góticos, entre caballeros templarios y monjes benedictinos, entre hayas y trigos, entre castaños y carvallos, entre leyendas y milagros hacen del Camino de Santiago una experiencia singular.


Consta de 31 etapas, la primera es Saint Jean Pied de Port – Roncesvalles (25,7 Km) y la última Pedrouzo - Santiago de Compostela (20 Km).


CAMINO VÍA DE LA PLATA:
Hacía veinte años que los romanos habían desembarcado en la península y no sólo habían conseguido doblegar y expulsar a los cartagineses sino que se proponían ordenar un rompecabezas de más de medio millón de kilómetros cuadrados formado por tribus de astures, cántabros, celtíberos, galaicos, lusitanos, turdetanos, vacceos, vascones, vetones y un largo etcétera de pueblos aferrados a su tierra. En definitiva, un puzzle con miles de piezas diseminadas que el ejército romano consiguió unir en el año 19 a.C. tras más de siglo y medio de sangrientas guerras. En ese largo periodo de cambios los términos Citerior y Ulterior desaparecieron e Hispania pasó a estar dividida en las provincias Tarraconense, Bética y Lusitania. La península ibérica estaba, por fin, sometida al poder de Roma y los tiempos de la república habían terminado a manos de Octavio Augusto (63 a.C.-14 d.C.), que se había proclamado emperador.


Consta de 26 estapas, la primera es Sevilla – Guillena (22,7 Km) y la última es La Bañeza – Astorga (24,2 Km).


*Las distintas rutas de los caminos también pueden hacerse a bici o a caballo


 
ROPAS Y MATERIALES INDISPENSABLES:


Las botas. Obviamente, en un viaje a pie, éste es el elemento al que más atención hemos de prestar. Las más adecuadas son las denominadas botas de trekking: ligeras, de caña alta para proteger el tobillo e impermeables al agua. De todas formas, hay peregrinos que prefieren andar con calzado de senderismo de caña baja o incluso con unas simples zapatillas deportivas. En este último caso, la lluvia, el barro y los fuertes desniveles pueden ponernos en apuros. Está claro, eso sí, que nunca las debemos estrenar el mismo día en que empezamos el Camino; todo lo contrario, debemos haber andado muchos kilómetros con ellas.

La mochila. Debe tener entre 45 y 55 litros de capacidad. Debe ser anatómica y de altura regulable para adaptarla mejor a la espalda.

La ropa. Dos mudas para andar y otra para después de la ducha es suficiente. En épocas de calor, las camisetas térmicas de verano son mejor que las clásicas camisetas de algodón, pues son muy ligeras, transpirables y no retienen la humedad. En invierno es necesario llevar ropa de abrigo, y en verano no debemos olvidar llevar un polar delgado.

El saco de dormir. En verano con uno de +15 (grados de confort) es suficiente. Algunos sólo pesan 700 gramos. Para otras épocas del año necesitaremos uno de +10 o +5, que no supere el kilo de peso.

El bordón. Es, junto con la vieira, el elemento simbólico más significativo vinculado al hecho de la peregrinación. Además, es muy útil tanto para acompañar el paso como para tener un punto más de apoyo en las bajadas. Por el tipo de camino que encontraremos, el más adecuado es el tradicional bastón de madera respecto al más moderno palo de montaña de tipo telescópico.

Para la lluvia. La mayoría de los caminantes llevan una capa impermeable (el conocido poncho) que también cubre la mochila, pero resulta incómodo si sopla el viento. Una buena alternativa es llevar una chaqueta y unos pantalones impermeables, y un protector impermeable para la mochila. Incluso es una buena idea llevar un pequeño y ligero paraguas.

Para el sol. Es imprescindible llevar un sombrero o una gorra con visera y crema de protección solar.

Para el frío y el viento. Además de la ropa adecuada, no debemos olvidar llevar alguna prenda para proteger la cabeza. Según la época del año, también llevaremos bufanda y guantes.

Otro calzado. Es recomendable un calzado cómodo para descansar y pasear, una vez finalizada la etapa.

La esterilla. La esterilla, o aislante de caucho, nos será útil si alguna vez debemos dormir en el suelo. Y también para descansar o hacer una siesta en el campo.

Para la ducha. Chancletas, una pequeña toalla y los productos higiénicos necesarios.

El botiquín. Debemos tener presente que en los albergues hay un completo botiquín a disposición de los caminantes y, además, encontraremos muchas farmacias a lo largo del Camino. Por lo tanto, será suficiente con llevar: aspirinas, agujas hipodérmicas, desinfectante, tijeras, gasas, pinzas y esparadrapo (de tela y ancho).

El móvil. Es prescindible, pero si se viaja solo será un importante elemento de seguridad.

Documentación básica. El DNI, la tarjeta de la seguridad social o entidad médica correspondiente, y la credencial del peregrino.

Material adicional. Una pequeña linterna frontal para movernos de noche en el albergue, una funda de cojín por cuestiones higiénicas, detergente para lavar la ropa, pinzas para tenderla e imperdibles para colgarla de la mochila si al día siguiente todavía no está seca. También una cantimplorapañuelos de papelpapel higiénico, un reloj con función de despertadortapones para las orejas para quien lo crea conveniente, y dinero y tarjeta de crédito.






 

CREDENCIALES, SELLOS DEL CAMINO Y LA

 COMPOSTELA:


¿QUÉ ES LA CREDENCIAL?
La credencial es el carné del peregrino, el documento personal que te acredita como tal. Se entrega exclusivamente a las personas que peregrinan a Santiago de Compostela a pie, en bicicleta o a caballo. Tiene forma de acordeón y en él figuran los datos del peregrino, así como una serie de casillas en las que se van colocando los sellos de los refugios, las parroquias y otros establecimientos de las poblaciones por las que se va pasando a lo largo del Camino.


En principio, no es necesario poner más de un sello al día, el del lugar donde se pasa la noche, aunque al recoger la Compostela en la Oficina del Peregrino de Santiago “aconsejan” haber recogido al menos dos sellos diarios. Además del cuño del albergue o el establecimiento donde se ha pernoctado, sirve cualquier cuño en el que conste el nombre de la localidad que has atravesado.
Puedes conseguir la credencial en las sedes de los Obispados, en algunas
parroquias y en las Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.
El peregrino documentado con 
la credencial no adquiere ningún derecho ni ninguna obligación, por lo que únicamente le corresponde a él proporcionarse los medios para llevar a cabo la peregrinación: comida, alojamiento, etc. Nadie puede exigir nada por su condición de peregrino, aunque la credencial da acceso a los albergues.
¿DÓNDE SE SELLA EL CREDENCIAL?
La impresión de los sellos en la credencial sirve para certificar el paso del peregrino por las distintas poblaciones del Camino de una forma ordenada y continuada. De este forma se puede comprobar con facilidad que ha recorrido el Camino correctamente.
 Hay dos tipos de sellos:
Sellos oficiales: son los que se obtienen en las iglesias, las parroquias, los ayuntamientos, los albergues y otras instituciones civiles y eclesiásticas. Según la Oficina de Acogida al Peregrino de Santiago, son los que verdaderamente acreditan que el peregrino ha completado todas las etapas.
Sellos comerciales: son los que se pueden conseguir en bares, restaurantes, hoteles, tiendas y todo tipo de establecimientos comerciales. En los últimos años han proliferado como fórmula para atraer a los peregrinos, ávidos de estamparlos en sus credenciales.


¿CÓMO SE OBTIENE LA COMPOSTELA?


La compostela es el documento que acredita que se ha realizado la peregrinación a Santiago. Este certificado, expedido por la catedral de Santiago, se entrega a los peregrinos que declaren haber realizado su peregrinación pietatis causa, es decir, por motivos religiosos o, al menos, espirituales. En otro caso, cuando los motivos de la peregrinación no sean religiosos se entrega un diploma (imagen derecha) por haber realizado el Camino, además, siempre se conservará la credencial como documento acreditativo.
Para solicitar la compostela, hay que presentar la credencial en la Oficina de Acogida del Peregrino de Santiago (rúa do Vilar, 1 - tel. 981 566 577) y haber realizado como mínimo los últimos 100 km del Camino a pie o los últimos 200 km en bicicleta o a caballo.
Además, hay que tener en cuenta que, a partir del año 2009, para obtener la compostela solo serán válidas las credenciales otorgadas por la catedral de Santiago o por alguna de las entidades miembro de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago.

Marta Moriana Castro y Cristina Gabarrón Reyes







No hay comentarios:

Publicar un comentario